Pischon T, Boeing H, Hoffmann K, Bergmann M, Schulze MB, Overvad K et al. General and Abdominal Adiposity and Risk of Death in Europe. N Engl J Med 2008; 359: 2105-2120. R TC PDF
Introducción
La mayor parte de los estudios sobre la relación entre la obesidad y la mortalidad han utilizado el IMC. Sin embargo, se ha demostrado que la obesidad abdominal es un mejor indicador del riesgo de numerosas enfermedades crónicas, pero existen pocos estudios que hayan analizado su relación con la mortalidad.
Objetivo
Estudiar la relación entre la obesidad y la obesidad abdominal y la mortalidad en Europa.
Perfil del estudio
Tipo de estudio: Estudio de cohortes
Área del estudio: Pronóstico
Ámbito del estudio: Comunitario
Métodos
Se invitó a participar en el estudio EPIC (European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition) a casi 520.000 personas de 25 a 70 años de edad reclutados en la población general en 10 países europeos. En la visita inicial se les tomaron medidas antropométricas (altura, peso, circunferencia de la cintura y de la cadera) y se les pasó un cuestionario sobre antecedentes médicos y estilos de vida, que incluía preguntas sobre la actividad física y el consumo de alcohol.
Se excluyó del análisis a las personas de las que se desconocía su estado vital al final del estudio, que presentaban alguna enfermedad crónica (cardiovascular o cáncer) y aquellas de las que no se disponía de la altura, el peso o la circunferencia de la cintura o de la cadera al inicio del mismo o estos datos tenían valores poco probables. El IMC se clasificó en los siguientes grupos: <18,5,>
El estado vital y la causa de muerte se obtuvo, según los países del Registro Civil o mediante seguimiento activo de los pacientes.
Resultados
Se incluyeron en el estudio 359.387 personas (fig. 1) a las que se siguió una media de 9,7 años. La edad media al inicio fue de 51 años y un 65% eran mujeres. Los participantes con un mayor IMC tenían una mayor edad media, un menor nivel educativo y era menos probable que fuesen fumadores. Se dio una correlación positiva con el consumo de alcohol en varones, pero fue negativa en las mujeres. La correlación con el IMC fue superior para la circunferencia de la cintura que para la RCC.
Durante este tiempo murieron 14.723 individuos. Las causas de muerte se recogen en la figura 2.
Se encontró una relación no lineal entre el IMC y el riesgo de muerte, tanto en el análisis crudo como en el ajustado, con excesos de mortalidad tanto para los IMC muy bajos como para los más altos (fig. 3). Los menores riesgos se dieron para el IMC de 25,3 en varones y de 24,3 en mujeres. Cuando no se ajustaban por el IMC, la relación de la mortalidad total con la circunferencia de la cintura y la RCC mostraba una distribución similar.
En el análisis ajustado incluyendo el IMC, tanto la circunferencia de la cintura como la RCC mostraron una relación lineal con la mortalidad total (fig. 4).
Dentro de los diferentes subgrupos de IMC, los quintiles superiores de la circunferencia de la cintura y de la RCC se asociaron a una mayor mortalidad que los quintiles inferiores y su adición al IMC mejoró la capacidad predictiva de éste. La relación entre las medidas de adiposidad abdominal y la mortalidad fueron más intensas en las personas con IMC bajo que en las que tenían un IMC elevado.
Conclusiones
Los autores concluyen que tanto el IMC como las medidas de adiposidad central se asocian a un mayor riesgo de mortalidad, por lo que recomiendan la utilización de ambas en la predicción del riesgo de muerte.
Conflictos de interés
Ninguno declarado. Financiado por becas de numerosas instituciones públicas de varios países europeos.
Comentario
En los últimos años ha habido una polémica muy activa sobre cuál es la medida de adiposidad preferible para utilizar en la práctica clínica. El IMC es un índice de adiposidad muy sencillo que se ha venido utilizando durante décadas y que ha mostrado una buena correlación con el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la HTA, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer y con la mortalidad. Sin embargo, en los últimos años se había criticado algunos defectos de esta medida, como el hecho de que era incapaz de distinguir entre la masa magra y la masa grasa y la distribución de ésta. Éstos hechos lo hacía sensible a determinados sesgos como la posibilidad de causalidad inversa de modo que los pacientes con enfermedades crónicas o con situaciones que se asocian a un menor peso y a una mayor mortalidad (como el tabaquismo) podían afectar a su capacidad predictiva.
Todo ello, unido al hecho de que los índices de adiposidad central también mostraban una capacidad predictiva importante, parecía que inclinaban la balanza a favor de estas últimas medidas, en especial la circunferencia de la cintura por su sencillez. Sin embargo, los resultados de este estudio, muy valiosos por el elevado número de personas incluidas y el seguimiento de casi 10 años, apuntan en el sentido de que se deben valorar tanto el IMC como el perímetro abdominal. Tal vez la mayor utilidad de éste sería en personas sin sobrepeso, en fumadores y en personas de edad avanzada, en los que en éste estudio se ha encontrado una mayor relación entre la mortalidad y las medidas de adiposidad central que con el IMC. En otros estudios también se han detectado resultados similares.
Bibliografía
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- Hu FB. Obesity and Mortality: Watch Your Waist, Not Just Your Weight. Arch Intern Med 2007; 167: 875-876. TC (s) PDF (s)
- Zhang X, Shu XO, Yang G, Li H, Cai H, Gao YT, Zheng W. Abdominal Adiposity and Mortality in Chinese Women. Arch Intern Med 2007; 167: 886-892. R TC (s) PDF (s)
Autor
Manuel Iglesias Rodal. Correo electrónico: mrodal@menta.net.
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