20 octubre, 2008

Riesgo de neumonía tras la instauración de tratamientos con inhibidores de la bomba de protones


Sarkar M, Hennessy S, Yang YX. Proton-Pump Inhibitor Use and the Risk for Community-Acquired Pneumonia. Ann Intern Med 2008; 149: 391-398.  R   TC (s)   PDF (s)

Introducción

Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) son uno de los grupos farmacológicos más prescritos. Aparentemente son bien tolerados por los pacientes, pero en los últimos años se han venido publicando trabajos sobre posibles efectos indeseables que son difíciles de detectar en la clínica habitual. Entre ellos, se han publicado dos estudios en los que se relaciona su uso con un mayor riesgo de desarrollar una neumonía.

Objetivo

Estudiar la relación entre el uso de IBP y el desarrollo posterior de neumonía adquirida en la comunidad (NAC).

Perfil del estudio

Tipo de estudio: Estudio de casos y controles
Área del estudio: Causa
Ámbito del estudio: Comunitario

Métodos

El estudio se llevó a cabo con los datos de la General Practice Research Database (GPRD), que en estos momentos reúne datos de >13 millones de pacientes-año representativos de la población general británica. Para este estudio se seleccionó una cohorte de 9 millones de personas que iniciaron su seguimiento en la GPRD entre 1987 y 2002.  Se excluyó a las personas <18 6="" a="" aspiraci="" casos="" confusi="" de="" del="" diagnosticados="" diferente="" en="" entre="" erradicador="" evitar="" fueron="" incidentes="" la="" las="" los="" meses="" n="" nac="" nbsp="" neumon="" os="" para="" patogenia="" pauta="" por="" presentaron="" prevelentes="" primeros="" que="" recibieron="" seguimiento="" span="" style="font-style: italic;" tiene="" tratamiento="" una="" y="">H. pylori
(para evitar la confusión que podían introducir los antibióticos de la misma). Se utilizaron como casos todas las personas que presentaron una NAC que requirió ingreso hospitalario. Para cada uno de los casos se seleccionaron 10 controles entre las personas que eran visitadas en el mismo centro que el caso, no habían presentado una CAD y que se habían incorporado a la GPRD en la misma fecha. La medida de exposición principal fue la utilización de IBP en la fecha índice y en el periodo de 30 días previos. Como variables secundarias se analizó el efecto de la dosis (en función de si era superior o no a 1,5 veces la dosis diaria definida y de la duración del tratamiento (<30 30-180="" as="" d="" o="">180 días). También se analizó el riesgo de las personas que habían tomado IBP antes de 30 días de la fecha índice.

Resultados

Se identificaron 80.066 casos para los que se seleccionaron 799.881 controles. Los casos tenían una mayor edad media que los controles (73 frente a 49 años), era más probable que fuesen varones, presentaban una mayor comorbilidad (demencia, antecedentes de AVC y otras enfermedades cardiovasculares, EPOC, cáncer, hepatopatías crónicas, etc.), habían visitado más veces a su médico el último año y era más probable que tomasen antibióticos, antiinflamatorios, psicofármacos, opiáceos y otros medicamentos y que hubiesen ingresado en el hospital. El porcentaje de personas que fumaban en los dos grupos fue parecido.
En el análisis ajustado por edad y sexo, la utilización de IBP en los últimos 30 días se asoció a un mayor riesgo de desarrollar una NAC. Sin embargo, cuando se ajustó el análisis por todos los posibles factores de confusión, la asociación únicamente se mantuvo en las personas que habían empezado a tomar los IBP recientemente (tabla 1). Los factores que más influyeron fueron número de visitas a su médico, los ingresos hospitalarios y el tratamiento con opiáceos.
Tabla 1.  Odds ratio (OR) de NAC en función del tratamiento previo con IBP.

Ajustado por edad y sexo  Plenamente ajustado
OR (IC95%) P OR (IC95%) P
Tratamiento actual (TA) 2,05 (1,96 a 2,15) <0 span=""> 1,02 (0,97 a 1,08) 0,48
Tratamiento pasado 1,50 (1,44 a 1,56) <0 span=""> 1,01 (0,97 a 1,09) 0,58
TA dosis bajas 1,92 (1,83 a 2,02) <0 span=""> 1,00 (0,95 a 1,06) 0,94
TA dosis altas 2,89 (2,52 a 3,31) <0 span=""> 1,23 (1,05 a 1,45) 0,01
TA < 30 días 3,16 (2,79 a 3,59) <0 span=""> 1,74 (1,49 a 2,01) <0 span="">
TA 30-180 días 2,53 (2,32 a 2,76) <0 span=""> 1,09 (0,98 a 1,22) 0,11
TA >180 días 1,68 (1,59 a 1,78) <0 span=""> 0,91 (0,84 a 0,97) 0,01
TA < 30 días nuevo 4,31 (3,69 a 5,04) <0 span=""> 2,45 (2,04 a 2,95) <0 span="">
TA <30 as="" d="" no="" nuevo="" td=""> 1,71 (1,35 a 2,16) <0 span=""> 0,91 (0,69 a 1,19) 0,48
El riesgo fue muy superior para los pacientes que habían iniciado el tratamiento en los días inmediatamente anteriores a la fecha índice (fig. 1). Se observaron asociaciones similares con los antihistamínicos H2.
Figura 1. Odds ratio de  NAC  en pacientes que han recibido nuevos tratamientos  con IBP y antihistamínicos  H2 en función del día de inicio del tratamiento.

Conclusiones

Los autores concluyen que el inicio del tratamiento con IBP en los últimos 30 días se asocia a un incremento del riesgo de presentar una NAC, pero el uso de más larga duración, no.

Conflictos de interés

Algunos de los autores han recibido honorarios de varios laboratorios farmacéuticos, entre ellos AstraZeneca. Financiado por una beca del Department of Medicine, University of Pennsylvania.

Comentario

En los últimos tiempos se han venido publicando varios trabajos que han puesto en cuestión la aparente buena tolerancia de los IBP. Así, se ha asociado su uso con un mayor riesgo de fractura de fémur y de infección por C. difficile. En dos estudios de casos y controles publicados previamente también se ha detectado una relación entre el uso de IBP y un mayor riesgo de NAC.
En este trabajo, se detectaba la misma relación en el análisis ajustado por edad y sexo. Sin embargo, los casos diferían ampliamente de los controles en numerosos aspectos, en especial presentaban muchos más factores de comorbilidad. Cuando en el análisis se controlaban estos factores, desaparecía el incremento de riesgo asociado al tratamiento, excepto para los casos en los que se iniciaba un nuevo tratamiento en los días inmediatamente anteriores al inicio de la NAC.
Esta asociación es difícil de explicar, puesto que no es coherente con la hipótesis etiopatogénica inicial relacionaba el incremento del riesgo con la inhibición de la secreción gástrica, que jugaría un papel importante en la eliminación de los gérmenes causantes de la neumonía. A pesar de que es posible que la asociación se deba a que los IBP se dan como fármaco asociado al tratamiento de los síntomas prodrómicos de la NAC, antes de descartar que la asociación detectada pueda ser causal, sería conveniente disponer de los resultados de un metaanálisis en los que se analizasen los resultados de los ensayos clínicos llevados a cabo con IBP.

Bibliografía

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  2. Yang YX, Lewis JD, Epstein S, Metz DC. Long-term Proton Pump Inhibitor Therapy and Risk of Hip Fracture. JAMA 2006; 296: 2947-2953.  R   TC (s)   PDF (s)  RC
  3. Gulmez SE, Holm A, Frederiksen H, Jensen TG, Pedersen C, Hallas J. Use of Proton Pump Inhibitors and the Risk of Community-Acquired Pneumonia: A Population-Based Case-Control Study. JAMA Intern Med 2007; 167: 950-955.  R   TC (s)   PDF (s)
  4. Laheij RJ, Sturkenboom MC, Hassing RJ, Dieleman J, Stricker BH, Jansen JB. Risk of community-acquired pneumonia and use of gastric acid-suppressive drugs. JAMA 2004; 292: 1955-1960.  R   TC   PDF

Autor

Manuel Iglesias Rodal. Correo electrónico: mrodal@menta.net.

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