Muertes violentas en Estados Unidos

Los atentados de Boston de hace apenas 10 dias, no hacen otra cosa que relevar nuevamente la cultura del odio que existe en EE.UU. Pese a que el propio FBI fue avisado por autoridades rusas, hace un año atrás, no se hizo nada. Quizás esto pueda ser funcional a la reforma ( o contra-reforma inmigratoria en EE.UU), actualmente en discusión. Notoriamente, los medios de comunicación se preguntan donde fueron entrenados y aprendieron a usar armas. Los videos a continuación pueden explicar estas dudas.

También la discusión sobre el uso de armas se hace presente en tragedias cómo las de Columbine (Blowing for Columbine), quizás la más televisada, pero no la más letal. La tragedia de Sandy, fue peor y ya parece olvidada cuando murieron aproximadamente unos 25 niños de entre 5  y 7 años. No fue hace 10 años, fue en Diciembre de 2012, 4 meses atrás desde que escribo esto.
El propio documental de Michael Moore, nos deja con más preguntas que respuestas. Porqué Canadá con más armas, no desarrolla esta conducta. Los datos pueden ser variables, pero 11 mil muertos al año, 700 muertes accidentales con armas más, constituyen de por sí los resultados de una guerra de un país contra sí mismo.
El país que más lucha contra el terrorismo, no sólo está apoyando al propio Al Quaeda ahora en Siria. Sino que los más grandes atentados que han sufrido, fueron provocados desde adentro. Estados Unidos no necesita enemigos externos, parece bastarse con su propia población, mucha de la cual defiende aún el precepto constituciónal ( su segunda enmienda ), de portar armas en forma totalmente libre.

Factores de riesgo no sobran, el primer documental, muestra que un hispano no es un Español, sino es el término que se aplica a los llegados de América Latina. El racismo, la supremacia racial, el extremismo religioso, serian recuerdos de un III Reich, que parece estar funcionando a pleno en el corazón profundo de los Estados Unidos.
Nota aparte, no sólo estos documentales, sino otros escritos, incluso de la propia prensa, vinculan mucha de estas matanzas con la toma de antidepresivos. Personas susceptibles, personas medicadas, en un contexto favorable, y una cultura y una política que lo sostiene y lo inculca, no hacen más que pensar en cuándo será el nuevo Sandy o Columbine, o la propia bomba de Oklahoma. Y tódo esto sin referirnos a la discusón existente de la autoria de los ataques del 11S.
Quizás ésto no fuera importante, sino fuera por el hecho que detrás de ésto se impone un complejo militar-industrial, ya denunciado por el propio presidente Eisenshower a fines de su mandato unos 50 años atrás. La guerra no es sólo interna, sino que se exporta. Así como se exportan los motivos de las mismas. No son menores las palabras de Eisenhower, justamente por que Eisenhower es el mismo presidente que 60 años atrás, comandaba la exitosa operación de recuperar a Europa, de la propia Alemania Nazi. Un general de EE.UU. con todas las estrellas que puedan buscar.
Quizás las causas puedan ser políticas, sociológicas, ideológicas, religiosas. Pero cómo médicos, no podemos limitarnos a aprendernos solamente a a detectar grupos "vulnerables", ya sean victimas o victimarios, y ésto no implica medicalizar un echo multifactorial, cuyo destino final es la masacre, en miles de lugares del mundo, de niños inocentes.



Las revistas médicas son poco propensas a hablar de ésto. El NEJM lo hizo después de años en un articulo del 12 de Abril de 2013. Sin dudas, estos echos son multifactoriales, y quizás la sociologia explique mejor estas conductas. Pero cómo médicos no podemos permitir que no se haga nada con el odio endémico, que está matando sobre todo en grupos vulnerables, y que aparte lo exporta. Por mucho menos, la OMS declaró una pandemia hace 4 años.